El nuevo paradigma amerita un cambio de acciones y estar atentos a los pensamientos, comenzar a ser observadores cuánticos.
La vida es una ilusión, solo se trata de una octava de energía de menor vibración que nos da la sensación de materia, (densidad) dentro de una vibración de una frecuencia más elevada.
A través de la conexión con nuestro mundo interior, direccionaremos esa energía hacia donde lo elegimos mientras mantenemos un amoroso espacio de continuidad para que se manifieste nuestra realidad.
Si entendemos que nuestra realidad se formó a partir de nuestro propio mundo interior, desde ese mismo lugar y con los cambios adecuados, modificaremos las circunstancias de nuestra vida.
Con el cambio de la vibración planetaria, la manifestación es instantánea. Este punto debe ser aprovechado a favor, poniendo énfasis en lo que queremos y no dejando espacio en la mente para lo que ya no queremos
Reconocer quiénes verdaderamente somos, mucho más que el cuerpo físico que en este momento habitamos nos permite “empoderarnos”, aceptar nuestro propio poder como constructores de las propias realidades.
Siempre hay que recordar que además de plasmar en el éter los sueños personales interactuamos con los demás en los sueños grupales y también en los sueños colectivos.
La ley del libre albedrío nunca se transgrede, si nuestra ilusión integra a otras personas el sueño se hará realidad solo cuando los involucrados den su consentimiento a nivel álmico.
Pongamos la mejor intención para juntos co-crear con la ayuda del Universo realidades de paz, salud, armonía, amor incondicional, prosperidad y abundancia.
Mir
NAMASTÉ
