Los parámetros de medición del éxito son absolutamente personales, el éxito en tu vida está marcado por tus propios logros, por cumplir o exceder tus propias expectativas.
Siempre es diferente para cada persona en particular.
Quizás una venta que para ti fue sumamente exitosa para un multimillonario es solamente un “vuelto”.
Por eso es tan importante que busques el logro de tus propias metas y objetivos.
Nos enseñan a llegar al éxito de acuerdo a sus propias apreciaciones de lo que ello significa, es un gasto de energía enorme tratar de complacer a los demás olvidándonos de quiénes realmente somos y de lo que vinimos a hacer a esta vida.
Los que creen que saben lo que es mejor para nosotros quizás ni siquiera sepan lo que es mejor para ellos, a veces el camino que nos señalan es el que ellos mismos no se animaron a transitar. Esas son asignaturas pendientes ajenas a nosotros, no nos pertenecen por designio. Son externas a nuestro ser, la verdadera búsqueda es interior.
Cada uno tiene el derecho adquirido de vivir su propia vida, querer quitar las piedras del camino de quiénes amamos es no confiar en sus capacidades de sobrellevar sus lecciones y de llegar a ser exitosos en aquello que elijan emprender.
No debemos caer en la omnipotencia de creer que siempre tenemos la mejor respuesta para decidir el mejor camino de otro Ser.
El mejor consejero, el más honesto y verdadero reside en el interior del propio corazón.
Si incitamos a alguien a seguir lo que proponemos seguramente caerá en la frustración, así obtenga ese valioso certificado o diploma que acredite que ha hecho bien las cosas, su vida no será un camino de felicidad ya que cada día de su vida se desarrollará en un rol que no era una proyección propia, y eso está lejos de ser vivir en la felicidad.
Sea lo que sea que elijas para ti que se proyecte a través de tu divinidad interior, todos tenemos dones, carismas y virtudes que son únicos e irrepetibles.
Cada pieza del puzzle cósmico ocupa su lugar tan especial que nadie podrá ocupar de la misma manera. Y todos son de igual importancia, ni mejores ni peores, sencillamente “son” así como tú simplemente eres quién eres sin necesitar más aprobación que la tuya.
Si te enfocas en lo que no tienes, pones tu atención en la carencia y esa será tu realidad.
Tu valoración personal comienza en ti mismo, enfócate en tus logros y agradece cada uno de ellos, eso te garantiza el éxito.
Éxito es amar lo que haces, ser feliz al realizarlo, sentir que el tiempo vuela mientras estás en esa actividad, es levantarte con una sonrisa sabiendo que en tu día reinará la felicidad, es dar por sentado que estás en misión de vida y el dinero llegará hacia ti sin sacrificios, solo por vibrar en sintonía ya que el dinero es energía.
Pensamientos de prosperidad y abundancia abren las puertas del dinero, sentirse próspero y abundante hace que esas puertas se crucen hacia el éxito.
Te deseo el éxito en todas las áreas que componen tu maravillosa vida.
Namasté
Mir
