Si el pedido se hace centrados en el corazón y operando a través de la divinidad se genera un estado elevado.
Si se pide desde la victimización el Universo lee carencia.
En física cuántica se considera el pedido como algo carente, algo que no está.
Si pido es salud es porque creo que carezco de ella.
Si pido dinero es porque tengo creencias de escasez.
Los esenios tenían una forma particular de orar y la física cuántica considera que esa modalidad tiene el poder de sanar.
Se dan las gracias como si la oración ya hubiese sido respondida.
Todo lo que agradecemos se multiplica y manifiesta.
Imaginar, visualizar, ensoñar y “sentir” para luego agradecer como si ya lo tuviera y lo hubiese logrado.
Eso abre un gran abanico de posibilidades y es como acceder a una realidad que ya ha sido co-creada.
Fe, confianza y certeza en el proceso es lo que sigue a continuación, siempre basado en el sentimiento de cómo sería estar vivenciando esa realidad.
El Universo es el espejo en el cual se refleja nuestro mundo interior
Se trata de acceder a probabilidades que ya han sido co-creadas y atraerlas a nuestra realidad.
Nuestros sentimientos más puros son la causa que interactúa con el campo cuántico generando un efecto. (causa y efecto, es ley del Universo, es ley de Dios).
Cuando involucramos nuestro “sentir” parecería que nuestras oraciones son respondidas de otra manera, es más expeditivo. Además cambia la creencia de carencia por sentires más positivos.
Son diferentes enfoques y cada uno decide por cual optar, los tiempos de arriba no son como los nuestros, allí no tienen ninguna prisa.
Cuando vivimos con la intención de amor, paz y salud y la “sentimos” en el cuerpo se extiende a nuestro entorno.
Eso modifica de manera favorable la realidad en la que nos movemos día a día.
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