Hay una base de estructura de conciencia que se llama personalidad, dentro de ella hay cosas bonitas, otras difíciles, problemas que están justamente basamentados en esa personalidad.
La personalidad se manifiesta en la conducta, en las actitudes. Lo que la gente no quiere ver es que esas conductas y actitudes tienen pilares que están ocultos en la tierra tal como los cimientos de un edificio.
Estos pilares se llaman paradigmas y nosotros los llamamos creencias.
Si tenemos un nivel de conciencia X y nuestros problemas se apoyaron sobre ese nivel, más desde ahí no podemos resolverlos, necesitamos elevar dicho nivel para encontrar la solución.
Hay que empezar a mutar los paradigmas o creencias, las mismas creencias provocan testarudez. Lamentablemente uno comienza a cambiar las creencias cuando se empieza a hartar, por eso Dios dijo:”Los últimos serán los primeros”.
Uno cambia cuando ya está harto de mentirse, debemos tener las cosas claras (claridad=luz). Pero si a las cosas claras se le suma la bronca estamos oscureciendo esa claridad.
Cuando se habla claro se habla con ternura y amor. Tenemos que sacar de adentro al loco y al guerrero pero hay que estar dispuestos a desarmarse en un mundo que en apariencia está armado.
Des-armarse es reconocer que con las armas que teníamos nunca tendremos paz.
Hay que mutar a otra creencia, que la paz es el poder, la alegría es la abundancia y que el Amor lo es todo.
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