El Dr Edward Bach decía que la enfermedad era el resultado de un desencuentro o alejamiento entre el alma y la personalidad, entre el mundo interno y el mundo externo.
Él intuyó que en las flores, como máxima expresión del reino vegetal, había una solución a este desencuentro y podrían influir en las emociones que llevan a la enfermedad.
La terapia floral es muy eficaz ante la enfermedad ya que es un método para el crecimiento personal y la liberación de la conciencia.
La enfermedad primero se establece en el campo energético de un ser vivo a partir de un desequilibrio emocional que si persiste y no es tratado se traduce en enfermedad en el cuerpo físico.
Los elixires liberan los patrones de conducta y pensamiento erróneos que provocan los desequilibrios sutiles.
Las esencias florales son un campo energético sutil, que colocado en el campo energético sutil de otro ser vivo actúa por resonancia vibracional, armonizándolo.
Las esencias florales una vez incorporadas en el cuerpo, por ser vibracionales, entran en contacto con el cuerpo energético de la persona y viaja por él a través de los meridianos de acupuntura para dirigirse a los chakras y órganos energéticos, donde producirá su efecto.
Dicho efecto se evidenciará primero en los estados emocionales y luego en el cuerpo físico.
Desde luego las emociones influyen en nuestro estado de salud, por ende armonizándolas se logra el equilibrio del organismo.
Cada flor posee una cualidad característica que nos aporta una virtud, de esa manera se logra desalojar la actitud en desequilibrio.
La terapia floral es complementaria a la medicina convencional, es un sistema de armonización de los cuerpos sutiles, del campo electromagnético que al equilibrarse nos otorga una mejoría en nuestra salud.
Hoy contamos con una gran variedad de sistemas florales que trabajados de manera integradora nos proporcionan una extensa gama de posibilidades a la hora de la consulta.
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