SANACIÓN

Una de las causas principales de las remisiones espontáneas es modificar la forma de pensar, esto se logra en el ámbito de las neurociencias.
Nuestros pensamientos se convierten en materia, y esto tiene un basamento científico ya que es probable cambiar la estructura neurológica del cerebro a partir de la más pura intención.
Hay que reconocer que hay una inteligencia superior en nuestro interior y aceptar que los propios pensamientos fueron los que materializaron esa enfermedad.
Solo entendiendo que hemos sido nosotros y haciéndonos cargo de ellos podemos modificarlo.
Si colocamos ese poder en el afuera, cargando las culpas en los demás no encontraremos la sanación ya que presuponemos que no depende de nosotros.
El entendimiento superior es saber que nosotros mismos lo provocamos a partir de nuestras emociones y también nosotros mismos lo revertimos con la elección de emociones opuestas a las iniciales.

Podemos reinventarnos a cada minuto, buscar en el archivo mental y en el ADN las situaciones desencadenantes de esa situación y a partir de la vibración del color y la palabra comenzar a modificar esa impronta energética que se ha “grabado” en nuestro sistema.

No podernos cambiar el pasado, pero si las interpretaciones y creencias que nos han arraigado a ese pasado que todavía no pudimos “soltar”

El cableado cerebral, neuronal puede modificarse, en ese ámbito, nos definen nuestros pensamientos y creencias.
Es necesario salir del piloto automático, ese ida y vuelta continuo de ideas repetitivas que nos convierten en “rumiantes mentales” y comenzar a sembrar los pensamientos adecuados que nos permitirán obtener los resultados que queremos lograr y manifestar.

Cuando incorporamos nuevos conceptos e ideas, ciertas zonas del cerebro hasta ese momento inactivas, comienzan a activarse, a “despertarse”.
Si sostenemos los nuevos conceptos por el tiempo suficiente que permita generar la mecánica activa para el cambio, los pensamientos que ya no queremos se convierten en obsoletos y el neuro-sistema los inhabilita.

Cuando me dicen que ese es un largo trabajo respondo que haber llegado a esa enfermedad (o desarmonía como a mí me gusta llamarla) también ha sido una ardua tarea de diario trabajo basado en pensamientos y emociones-sentimientos enfocados en el dolor y el desgaste del propio organismo debilitando de ese modo los cuerpos: físico, mental, emocional y espiritual.

También considero que lógicamente hay una herencia genética a adquirir una enfermedad pero lo que más suele heredarse es la creencia de haberla heredado. Por ende, en familias donde muchos de sus integrantes padecen de una misma patología, siempre hay excepciones. Se suele observar que quiénes no siguieron “ese camino” y se encuentran en perfecto estado de salud tienen un carácter basado en el positivismo y no entraron en la zona de los miedos a esa herencia.

Si quiero abrir un programa, como el Word, debo clickear en él. Si coloco el mousse sobre el Power Point jamás lograré que se abra el Word.
Nuestro cerebro es la computadora personal. ¿Donde vas a clickear, en el programa de la salud o en el de la enfermedad?

Mirtha Calegari
Lic. Terapias Alternativas Mat N° 92621
Facilitadora Memoria Celular Método Goncalves