SIEMPRE ES HOY

Vive en el Aquí y Ahora, centrarse en el pasado o en el futuro implica un enorme gasto de energía que necesitas para ti mismo.
Proyectarse demasiado en el futuro nos impide vivir a pleno el presente, que en definitiva es todo lo que hay. Día a día vivimos en el presente.
El futuro solo nos lleva a postergar para mañana toda clase de disfrutes.
El mejor momento de tu vida siempre existe en el HOY.
Disfruta cuando comes, cuando caminas, cuando lees, cuando dialogas, cada vez que miras al cielo y sea cual sea la realidad que estás observando.
Genera a diario espacios para ti mismo de disfrute, de mimos para el alma, por pequeños que sean suman.
Ya que si direccionas tu atención hacia adelante o hacia atrás en el tiempo, solo recordarás haber mirado el cielo o dialogado con tus afectos el día anterior o te darás cuenta de los pensamientos que has gastado en el mañana cuando te encontrabas debajo de ese hermoso cielo estrellado te han privado de apreciarlo plenamente.
Tu futuro se está formando cada día en tu presente, si tu Ser comienza a disfrutar en el presente se forma la impronta de disfrute en el propio sistema.
Esa impronta se va estableciendo en el Ser y se solidifica como forma pensamiento que hará su proyección al futuro hacia situaciones de disfrute que se manifestarán creando las circunstancias necesarias para que ello ocurra.
No importa de qué manera lo hará, eso queda en manos del Universo.
Somos tan humanamente egoicos que queremos mostrarle al Universo el camino por el cual tienen que llegarnos las cosas que pedimos. De este modo solo logramos limitar la amplia gama de posibilidades que la física cuántica posee para regalarnos las mejores manifestaciones.

Disfrutar te saca del presidio interior, de ese lugar auto-impuesto hacia donde te llevaron tus miedos, culpas, comodidades, la necesidad de control, las cargas propias y ajenas.
Conéctate con la LIBERTAD que no es otra cosa que la ausencia de miedos, decidir vivir con confianza y certeza.
Somos muy valiosos!!!! Solo falta que comencemos a creerlo y dar lugar a los propios espacios para nosotros mismos en nuestra cotidianeidad.

NAMASTÉ

Mir